Te vi llegar

Te vi llegar, silueta de sueños,
nos sentamos en el jardín del tiempo,
donde las flores cuentan secretos
y las hojas bailan al viento.

Mis ojos se abrieron, estrellas despiertas,
cuando te vi, luz entre sombras,
lucías diferente, misterio y esencia,
pero sabía que eras tú, alma que asombra.

Tus ojos, faros que guían mi barca,
te delataban, aquellos hermosos,
reflejos de un cielo que en ti se embarca,
y en su brillo, mi corazón encontró reposo.

En el jardín, el tiempo se detuvo,
tú y yo, un reflejo en el estanque sereno,
las palabras sobraban, los gestos bastaban,
en el silencio, nuestras almas se hablaban.

Y así, entre murmullos de hojas y viento,
te reconocí, no solo en el semblante,
sino en el amor que, sin decirlo, siento,
un lazo invisible, eterno, constante.

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