Buscando tu mirada

Estaba algo temeroso,
pero llegaste puntual,
y mis ojos se llenaron de luz,
al verte cruzar el umbral.

No sé si fue un sueño,
o una realidad fugaz,
pero sentí que el tiempo se detuvo,
y que nada más importaba.

Me acerqué a ti con timidez,
buscando tu mirada,
y encontré en tus labios una sonrisa
que me invitaba a besarte.

Y así lo hice, sin pensarlo,
sin medir las consecuencias,
y me envolvió una sensación de paz,
que nunca había experimentado.

Fue un instante mágico,
un regalo del destino,
un momento de amor puro,
que guardo en mi corazón.

Y ahora, cuando te recuerdo,
siento que aún estás conmigo,
y que ese beso fue el inicio
de una historia sin final.

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