Era una noche

Era una noche clara y fría, y la luna llena iluminaba el cielo con su luz plateada. El y ella, caminaban de la mano por el parque, disfrutando del silencio y la tranquilidad. Se detuvieron junto a un estanque, donde se reflejaba la luna como un espejo. Ella se acercó a él y le susurró al oído:

¿Sabes que te quiero mucho?

Yo también te quiero -respondió él, abrazándola.

Se miraron a los ojos, y se dieron un beso suave y dulce, que duró una eternidad.

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