Palabras
En el amor, un misterio, eterno y sin fin,
no se esfuma, ni se pierde, ni es sutil.
Una epifanía que en el alma se anida,
por limerencia, mi ser se siente atraído.
Serendipia me llevó a su luz celestial,
inefable, indescriptible, sin igual.
Su voz dulce, como un suave arrullo,
me transporta, sonámbulo, a un mundo suyo.
En un lugar donde el arrebol se despliega,
la iridiscencia y la luminiscencia juegan.
Es allí donde las palabras fluyen con gracia,
y mi corazón, con elocuencia, su amor traza.
no se esfuma, ni se pierde, ni es sutil.
Una epifanía que en el alma se anida,
por limerencia, mi ser se siente atraído.
Serendipia me llevó a su luz celestial,
inefable, indescriptible, sin igual.
Su voz dulce, como un suave arrullo,
me transporta, sonámbulo, a un mundo suyo.
En un lugar donde el arrebol se despliega,
la iridiscencia y la luminiscencia juegan.
Es allí donde las palabras fluyen con gracia,
y mi corazón, con elocuencia, su amor traza.
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