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Apareciste tú

En el momento menos pensado, cuando el amor era solo una sombra, apareciste tú, iluminando mi camino. No sé si fue casualidad o destino, pero tu presencia sanó mi herida y me enseñó a creer de nuevo.

En ti

Pienso en ti, mi inspiración, mi razón de soñar sin dormir, ¿Conoces el porqué de este sentir? ¿Entiendes este querer? Junto a ti, en el umbral del sueño, donde el río y el viento se encuentran, bajo el sol, en este rincón pequeño, mi corazón por ti se centra. Sobre ti, una corona de luz y aroma, estrellas y flores en armonía danzan, bajo tus pies, la senda que se asoma, pétalos y polvo de estrellas que avanzan. Tu sonrisa, mi calma, tus ojos, mi mar, en ellos, mi alma, junto a ti, nada más quiero buscar.

Una chica linda

Era una chica linda, de esas que te hacen soñar despierto. Ella jugaba sobre el papel, cada línea de letras una melodía, cada dibujo un compás en la sinfonía de su mente. No buscaba respuestas, sino el ritmo que movía su curiosidad, la melodía que la impulsaba a aprender más y más. Le encantaba perderse en la música, notas que fluían como un río, llevándola a mundos diferentes y extraños. Una mañana, mientras esperaba el transporte para ir a la escuela, un colibrí revoloteó a su alrededor. Era un mensajero inesperado, portando un papelito entre sus diminutas patitas. El papel tenía palabras, escritas con una caligrafía que parecía estar viva y decían lo siguiente: "Sigue adelante" "Eres capaz" "Nunca dejes de soñar" Palabras simples, pero cargadas de un poder inmenso. Palabras que alguien, en algún lugar, había enviado al viento. Con una sonrisa, guardó el papelito en su bolsillo y subió al transporte. El colibrí se alejó en un zumbido de alas, dejando tra...

El valle de los suspiros

En el valle de los suspiros, una dulce voz me habla al oído, un misterio estaba por descubrir. Y allí estabas, como un sueño, me enamoré de tu reflejo, pero te solté, como el viento. Juré no volver a caer, hasta que el destino te trajo a mí, y ahora, solo anhelo enamorarme de ti, una y otra vez, prometo no soltarte más, mi amor eterno será. Aquí estás, en el mismo valle, pero esta vez, fuiste tú quien me halló, y te enamoraste de mi alma errante, pero me dejaste volar, y sellaste una promesa: no amar a otro, solo a mí. Nos reencontramos, una vez más, en este ciclo sin final, pero esta vez, no hay despedidas, ni tú te irás, ni yo me alejaré, solo tú y yo, en la eternidad, amándonos sin final, solo nosotros.

Entre juegos y sonrisas

Entre juegos y sonrisas, la noche se posa, girando al compás de una brisa traviesa, y en el vuelo de tu alegría descalza, la mesa se convierte en nuestra plaza. En un suspiro de pasos te abracé, y en un vuelo te llevé al refugio del sillón, donde los secretos de tu piel me fueron revelados, contando cada lunar, cada historia, cada sueño. Mis manos, navegantes audaces, se deslizaban por la seda de tu vestido, descubriendo la calidez de tu piel, en un mar de murmullos y caricias. "Me gustas tanto", confesión entre suspiros, y en un robo dulce, me llevo un beso, un tesoro prometido, un dulce deber, que, desde hace tiempo, en silencio, esperaba.

Me gustas

Me gustas cuando ríes, en tu mirada clara, en tu misterio, en la tranquilidad y en la tempestad, me gustas mucho, y eso es suficiente, para que te busque en mi realidad.

Regresas

Regresas, tras el largo andar, a tu morada, los libros, ansiosos, por tus ojos claman, los muros, impregnados de tu existencia, se visten de gala y de alegría. El espejo, paciente, en tu cuarto reposa, emocionada de capturar tu gracia y hermosura, mientras el aire, único, de hogar te envuelve, diferente, familiar, lleno de tu esencia pura.