Ahora y Siempre

Déjame contarte una historia, Que quizás no me creas, Pero que sabrás que es cierta, Todo comienzo es con ella. Ella es la mujer más hermosa, La que me robó el corazón con una mirada, La que me hizo sentir lo que nunca había sentido, La que me hizo saber que existe misterio en el universo. Allá ella, tienes mi amor, Tienes el sueño más bello y eterno, Jardines verdes se extienden sin fin, Como los ojos que te miran con amor. No sé cómo te encontré, Fue una casualidad, Pero desde ese instante, No te puedo olvidar. Nos acercamos con timidez, Nos presentamos con cortesía, Nos dimos cuenta de la química, Que había entre tú y yo ese día. Allá ella, tienes mi vida, Tienes todo lo que yo te puedo ofrecer, Allá ella, tienes mi alma, Tienes la mitad que me hace completo. Ahora, son momentos, Te veo a lo lejos y sonríes con dulzura, Saludo con mi sombrero, Y te invito a bailar con ternura. Ahí estamos otra vez, Bajo la misma luz de la luna, Nos escondemos en silencio, Y nos miramos en secreto. A...

Eres mi café por las mañanas, mi hierba buena que me alivia el alma, el deseo más bonito, la que más quiero en mi camino. Las campanadas de la iglesia, me avisan que estás por llegar, tomo el ramo de flores, que te quiero entregar, claveles, rosas y margaritas. Con el cielo despejado, debajo del árbol de capomo, estoy de ti enamorado, y te espero con mi asomo. Las orquídeas las traigo otro día, pues son delicadas y hermosas, y quiero dartelas con alegría, cuando te diga que eres mia. Esta noche, si me llevas contigo, te voy a regalar las camelias, las pondré en el regazo de tu cabello, la noche a tu lado es realmente lo más bello.

La mujer de tierras de jalisco, donde nace el tequila y crecen las flores, los tulipanes te tienen celos, ¡Ay, mujer! ¿Qué les has hecho? Mujer, que, con rebozo, colorido y hermoso, adornas tu corazón, ¡Ay, mujer! Me pones nervioso. Mujer mexicana, embriagas mi mente, como el mezcal que tomo, cuando no tengo tu amor. Por eso te canto esta canción, con mi guitarra y mi acordeón, para decirte lo que siento, ¡Ay, mujer! Eres inspiración. Solo así, se comprueba, que las mujeres más bonitas, nacen en tierras de Jalisco, donde las flores les tienen envidia.

En un rancho de Jalisco, nació una niña preciosa, que ayudaba a su mamá con las labores de la casa, a cocinar, a tender la ropa mojada, y a dar gracias al Señor cada noche al acostarse. También iba con su padre a la milpa y al corral, a sembrar y cosechar el maíz dorado y el frijol, y a alimentar a las gallinas y sus pequeñas crias. Ella era muy trabajadora, muy lista y bondadosa, su padre le decía: eres mi tesoro, eres mi orgullo. La niña se hizo mujer, de una belleza sin igual, sus ojos eran dos luceros que iluminaban al mirar, su cabello era una cascada que caía sobre su espalda, con piel morena y suave, sonrisa tan dulce, tan radiante como un sol en el amanecer. La mujer más bella del pueblo, que a todos hacía suspirar, recibía flores y cartas, serenatas y poemas de amor, pero ella no se dejaba engañar por las palabras vanas, solo quería un hombre bueno que la quisiera de verdad. Y así fue como la mujer más bella, en su rancho de Jalisco, disfruto de la naturaleza que Dios le había...

Ella es la mujer que me robó el alma, con su piel tan suave como las nubes, y color arena clara de mar, sus ojos grandes y su sonrisa tan peculiar. Su voz tan dulce y melodiosa, que me llena de felicidad, me enamora en todo momento, no puedo dejar de pensar. Mi paloma es tan hermosa, la sigo a donde vaya, ella es la dueña de mi pasión, es la reina de mi corazón. Mi paloma es tan preciosa, la sigo a donde vaya, Si es preciso iré con ella, al fin del mundo sin importar el peligro o el dolor. Ella es mi sueño hecho realidad, la razón de mi existir, no hay nadie que la pueda igualar, ni que me haga sentir así.

Bajo el árbol de manzanas, te esperaba yo sentado, en la sombra de aquel tallo leñoso, que adornaba el prado hermoso. Miraba el cielo azulado, y las nubes algodonadas, soñaba con tus labios, que me llenaban de besos. Pero el tiempo se pasaba, y tú no llegabas nunca, mi corazón se angustiaba, pensando que no vendrías. Hasta que al fin te vi llegar, con tu sonrisa radiante, y tu vestido elegante, que me hizo suspirar. Corrí a tu encuentro feliz, te abracé con ternura, te dije al oído, que eres mi única locura. Bajo el árbol de manzanas, Te juré cariño eterno, Y una paloma blanca, fue testigo de nuestro amor sincero.

Qué mujer tan linda, Un lucero de día, Sentada en la vereda, Cerca estaba de un rio. Acariciando su cabello, Tenía su rostro al cielo, Y yo que la estaba mirando, Me enamoré de sus ojos negros. Me acerqué a saludarla, Le dije que era un placer, Ella me sonrió con gracia, Y me invitó a conocer. No podía creerlo, Que fuera tan bella y sincera, Me ofreció sentarme a su lado, Yo le dije que la quería a ella. Le pedi matrimonio, Pues no quería se fuera, Deseaba que solo fuera mía, Y me diera por completo su amor.

Aunque esté agotado y haya tenido un día pesado, No dejo de escribirte, Porque solo pensar en ti me alivia y me da felicidad. Quiero desearte buenas noches, Y que duermas muy bien, Que tus sueños sean bellos y llenos de amor, Si ya estás soñando, Espero que al despertar leas este mensaje, Y sepas que siempre te deseo lo mejor. Aunque la distancia nos separe, Y no te pueda ver ni besar, Siempre te llevo en mi mente, Y en mi corazón te voy a guardar.

He perdido en el amor, se ha marchitado mi querer, y mis ojos ninguna lágrima hay, solo mi sombra me acompaña, en esta terrible soledad. No sé qué voy a hacer, sin tu cariño y tu calor, me has dejado solo y sin ilusión, y aunque te busco en el recuerdo, no encuentro consuelo a mi dolor. Quisiera verte una vez más, y decirte lo que siento, pero sé que ya no volverás, y que todo fue un sueño. Solo me queda resignarme, y aceptar la realidad, que he perdido en el amor, y que no te tendré jamás.

La mujer más bella en el pueblo, Sale a caminar a la plaza, Con su vestido elegante y flores en el cabello, Todos la admiran y la quieren saludar, Pero ella solo tiene ojos para su amado. Qué bonita eres, Eres la flor más hermosa de este lugar, Qué dulce eres, Eres el sueño de todo hombre que te quiere amar. La mujer más fiel en el pueblo, Espera a su novio que se fue a trabajar, A la mina de plata que está lejos del pueblo, Ella le escribe cartas y le reza a Dios, Para que vuelva pronto y se casen los dos. Qué bonita eres, Eres la flor más hermosa de este lugar, Qué dulce eres, Eres el sueño de todo hombre que te quiere amar. La mujer más feliz en el pueblo, Recibe la noticia que su novio va a llegar, Se pone su vestido más bonito y nuevo, Y corre a la estación para irlo a abrazar, Se miran a los ojos y se ponen a llorar. Qué bonita eres, Eres la flor más hermosa de este lugar, Qué dulce eres, Eres el sueño de todo hombre que te quiere amar.

Esos ojos tan hermosos, Que alguna vez me vieron, Como ningún otro lo hicieron, Hace tiempo que no los veo, Ahora están muy lejos, Y yo aqui solo extrañándolos. Esos ojos tan hermosos, Que me dieron tanto amor, Que me llenaron de ilusión, Hoy solo son un recuerdo, Que me duele en el corazón, Y que no puedo olvidarlos. Y aunque sé que no volverán, No puedo sacarlos de mi mente, Esos ojos que me enamoraron, Que me hicieron tan feliz, Y que también me hicieron sufrir. Esos ojos tan hermosos, Que un día se marcharon, Sin decirme una razón, Me dejaron solo y triste, Con un vacío en el alma, Y una herida en el pecho. Esos ojos tan hermosos, Que nunca olvidaré, Siempre los llevaré conmigo, Pero tal vez ya me olvidaron, Pero no pierdo la fe, De que algún día regresen, Y me vuelvan a querer.

Su belleza es como el fuego, enciende dentro de mí una pasión, consume lentamente mi amor, en mi mente solo hay imágenes, de una mujer solo vestida con su piel, desprende un aroma que me embriaga y me enloquece, y me hace perder la razón. Siento que me quemo, ardo con un deseo, me consume su llama y misterio, su cuerpo me seduce, no me contengo, me hipnotiza escuchar como respira, hay locuras en el amor.

Ella tiene estrellas en su piel, que brillan con suavidad, me hacen soñar con ella, aunque esté lejos de mi realidad. Se miran constelaciones, que forman un mapa celestial, y me conectan con su corazón, a través del espacio sideral. Pueden ser pequeños agujeros negros, que capturan toda mi emoción, y me hacen sentir su fuego, a pesar de la distancia y el temor. No hay nada así en el cosmos, son hermosos y especiales, y me hacen escribir versos, para hablar de sus lunares.

Ella me pregunto: ¿Que soy yo para ti? Le respondí con sinceridad: Eres la mujer que amo con locura, con tu ternura, tu bondad y tu valor, eres la vida, la esperanza y el sueño, eres mi todo, mi razón y mi amor.

Mi bella doncella, la mujer que me inspira, cuando sale al balcón, a contemplar las estrellas. Llegué a vivir un sueño, pude rozar el cielo con su piel, me estremeció el misterio, de lo que escondía aquella hermosa mujer. Estuve sentado al lado de un amor, y ese amor me sonreía, sentí que al fin comprendía, lo que era vivir. Su voz era una melodía, que llenaba mi alma de alegría, su mirada era una poesía, que me hablaba de magia y fantasía. Su cabello era una cascada, que caía sobre su espalda, su sonrisa era una perla, que brillaba como una estrella. La poesia hecha realidad, un sueño que se puede tocar, una imagen que se puede escuchar, una mujer que se le puede amar.

Cuando te vi caminar, de aquí hacia allá, tan bella y radiante, sostuve tu mano, era cálida y suave. y no dejaba de mirar, ese rostro tan tierno. Grabe el momento, aquí en mi mente para siempre, y sentí que el tiempo se detenía, que solo existíamos tú y yo, te dije al oído, un murmullo, y tú me sonreíste, con una luz en los ojos, me besaste suavemente, sellando mis labios con los tuyos.

Tus ojos encantados, son como dos luceros, que iluminan el cielo, de mi noche sin sueño. Amor en pestañas, las horas se nos escapan, y tu mirada se pierde, a lo lejos, en las montañas. Esos ojos encantados, ¿qué secretos guardan?, ¿cuáles son los misterios?, que en tu alma habitan. Tus ojos encantados, son mi sueño y mi desvelo, son la luz de mi camino, y el destino de mi anhelo.