El abuelo
En una noche invernal, la luna se ocultaba tras un velo de nubes espesas. La nieve caía con una calma engañosa, y la quietud reinaba soberana. En una casa, indistinguible de las demás, un anciano buscaba el calor de la chimenea. Vestía un pijama a cuadros y unas pantuflas mullidas; en una mano sostenía el periódico y en la otra, una pipa aún por encender. Tras un día exhausto, se acomodó en su sofá, buscando el consuelo del fuego, la compañía de las noticias impresas y el sosiego que prometía su pipa. Pero un estruendo perturbó la habitación, y un frío glacial se coló por la ventana. Con un gesto mecánico, la cerró y retomó su lugar, intentando reanudar la lectura. No obstante, golpes en el cristal lo sacaron de su ensimismamiento; al investigar, descubrió una rama que azotaba el ventanal. La apartó y selló de nuevo su refugio. El reloj de la sala avanzaba con parsimonia, y mientras el anciano fumaba, el fuego de la chimenea se extinguió. Irritado, buscó más leña, se abrigó y salió al ...